miércoles, 25 de julio de 2012

Indignación en San Antón por la tala del pino centenario del barrio


Los vecinos aseguran que se ha dejado secar «porque molestaba para las obras» y denuncian que la situación «va a peor» 


El tronco y las ramas del pino centenario de San Antón son cortadas por un operario tras su derribo/ Foto realizada por Asociación Fotográfica
Un sentimiento de indignación e impotencia recorría ayer las calles del barrio de San Antón por la tala de su pino centenario. Los vecinos tardarán en olvidar lo que ahora es una plaza vacía repleta de escombros, donde solo quedan algunos restos de aquel árbol que durante tantos años observó sus vidas. «Era un símbolo de San Antón. Se encontraba en la zona antes de que naciese el barrio», aseguran algunos residentes consultados por este periódico.
Muchos vecinos afirman que «tenían que haberlo dejado allí porque aunque estuviese seco, llevaba mucho tiempo con nosotros y nos pertenecía», como aseguró Irene Martín, una comerciante de la zona. E incluso, dicen que una buena solución hubiese sido «pintarlo de algún color» o «hacer crecer a su alrededor una enredadera como símbolo de lo que un día fue». Parecen ser pocos los que aprobaron la idea de tirarlo, aunque algunos de ellos piensan que «como estaba seco, ya daba igual qué hacer con él». Sin embargo, hay una cuestión donde la mayoría coincide.
Antes de que empezasen las obras y comenzasen con la urbanización, el pino, aparentemente, se encontraba bien, estaba sano. Por ello, como aseguró José Manuel González, vecino del barrio, «un rumor recorre las calles de San Antón. Se dice que le han tirado algo, que lo han envenenado de una forma o de otra. Pero desgraciadamente nunca se sabrá».
María del Carmen, otra comerciante de la zona, aseguró que «han acabado con el pino intencionadamente, porque estaba 'nuevo' cuando comenzaron con la tontería», del mismo modo afirma que «querían ganar terreno, hasta que lo han conseguido tirando el árbol». No obstante, Carlota Montoya, vecina del barrio, también asegura que «lo secaron, porque estorbaba para construir pisos» y que «el pino se secó porque lo secaron, y lo tiraron porque ya lo querían tirar». Y asegura que «la situación va a peor, ya que poco a poco el Ayuntamiento se está cargando el barrio». Así, la mayoría de los vecinos lamentan la situación, e incluso, dicen que «si molestaba para construir se tendría que haber replantado en una zona donde no estorbara, pero no permitir que el pino muriese así».
Más problemas
Sin embargo, la tala del pino piñonero no es la única cuestión que preocupa a los vecinos y comerciantes del barrio. Así, los residentes denuncian la mala situación que está atravesando San Antón. Asunción Guillen, comerciante, asegura que en los últimos años ha perdido mucho clientes, y que «han condenado al barrio porque como las calles están cortadas y quitaron la parada de autobús, nadie puede entrar ni salir para comprar, si no conoces bien el camino». La seguridad, según asegura Guillen, también preocupa a los vecinos. A ella le han entrado tres veces a robar, «pero como la zona está mal comunicada, los ladrones no tienen ningún miedo en volver a la acción».
Pero Guillen no es la única que piensa que «han condenado el barrio». Otro vecino de la zona asegura que las cosas cada vez van a peor, ya que «ni los más pequeños tienen un columpio en el barrio donde jugar, ni los más mayores pueden ir al centro social porque lo trasladaron muy lejos, también se llevaron el mercado, los comercios no venden porque las calles llevan tres años cortadas y hay que rodearlas para llegar a las tiendas, y aunque recogimos firmas, también se llevaron la parada de autobús».

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